El hijo del Sultán
El flashback comienza con la madre del joven Jafar, la cual justo antes de morir le revela la identidad de su verdadero padre, nada más y nada menos que el Sultán.
Jafar consigue entrar en el castillo gracias a su astuta treta. El Sultán lo reconoce y lo rechaza diciéndole que tiene un heredero pero reconoce su valentía y deja que se quede en servicio de su familia, advirtiéndolo de que no le llame padre.
La acción salta a una reunión de los gobernantes de Agrabah con unos comerciantes de telas. El Sultán invita a su hijo, Mirza, ha explicar una cuestión de política exterior a sus invitados. El niño no sabe mostrar su explicación, lo que el joven Jafar utiliza para intentar sorprender a su padre con sus conocimientos de política.
Jafar se disculpa por su indiscreción refiriéndose al Sultán como "padre". Más tarde, será humillado primero por Mirza y luego por su propio padre.
Un rato después, el Sultán va a ver a Jafar y éste vuelve a disculparse. Cuando parecía que lo había perdonado, el Sultán ahoga al chico y pide a sus guardias que se deshagan del cuerpo. Jafar despierta en el vertedero de la ciudad.
La historia nos lleva a continuación unos cuantos años después: Ahora Jafar es un poderoso hechicero que sigue buscando el reconocimiento de su padre. En su última visita al Sultán descubrimos que éste es nada más y nada menos que el prisionero anciano, así que ya podemos imaginarnos qué va a pasar...
El anciano se sorprende de ver a Jafar con vida y, cuando Mirza, su hijo y heredero, entra en la habitación, nuestro villano pone a prueba al joven colocando un cuchillo en el cuello de su padre. El Sultán pide a Mirza que lo salve, pero Mirza huye dejando el destino de su padre en manos del malvado hechicero. Jafar terminará matando a Mirza con su magia y echándole en cara a su padre que él hubiese muerto por él. Aún así, el Sultán sigue rechazándolo y Jafar le advierte de que sufrirá su castigo: lo encerrará en una jaula en la torre de su palacio.
El impostor
En el presente, Jafar se reúne con el padre de Alicia haciéndose pasar por doctor. Cuando el padre de Alicia, Edwin, le pregunta dónde ha ido su hija, el hechicero le muestra el conejo blanco, con lo que él empieza a creer a Alicia.
Juntos, atraviesan la madriguera para buscar a la chica y reunirla con su padre según el falso plan de Jafar,
Por otro lado, la Reina Roja informa al hechicero de que Cyrus ha escapado.
Por su parte, Alicia y Will se acercan al castillo de Jafar, pero llegar hasta allí no será tan fácil, puesto que éste se encuentra en una isla flotante, en el aire.
Nuestros protagonistas oyen entonce un extraño canto que Alicia identifica con el del Árbol Pájaro, cuya madera tiene la capacidad de volar, con lo que Alicia planea construir una cesta que les lleve hasta la isla.
Mientras ella explica el plan a Will, Jafar, transformado en Edwin, se reúne con ellos y se disculpa por no haber creído a Alicia antes. Pero la chica no le ha perdonado aún.
Mientras Will y Alicia construyen la cesta, Jafar llama a un dragón que comienza a atacarles. Esto forma parte del su plan para que nuestra protagonista gaste su segundo deseo en salvar a quién ella cree ser su padre, pero Alicia consigue matar al dragón sin utilizar la magia. Tras lo cual, Jafar intenta que Alicia vuelva a perdonar a su padre. Alicia le perdona y le ofrece viajar con ellos hasta la isla para rescatar a Cyrus.
Esa noche, durante la cena, Alicia se da cuenta de que su padre no ha dado las gracias por la comida, descubriendo que es un impostor. Ella y Will se adentran en el bosque para intentar darle esquinazo.
El hechicero recupera su aspecto original y lleva a Edwin en su alfombra mágica hasta el acantilado junto al que caminan su hija y la Sota. Jafar amenaza a Alicia con arrojar a su padre al vacío, pero no será hasta que el verdadero Edwin se disculpe cuando Alicia descubra que se trata de su padre, quién le informa de que Cyrus ha escapado.
Jafar entonces lo arroja al vacío, y aquí es cuando Alicia hará uso de su segundo deseo, pidiendo que su padre vuelva a casa justo ante de precipitarse contra las rocas. A continuación, Will advierte a Alicia de que un deseo tan grande tendrá un precio muy peligroso.
El episodio concluye con el despertar de Cyrus en la orilla del lago.
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